Volver a empezar...

Otra vez volvemos a empezar y me doy cuenta que, a medida que pasan los años, hace menos ilusión la vuelta al cole. Recuerdo que cuando era pequeña me encantaba porque significaba que iba a ir de estreno. Todo nuevo: los bolígrafos, rotuladores, lápices de colores, los zapatos, el estuche, la mochila... a veces incluso el uniforme, según lo que hubiera crecido ese verano.

Cuando entré en la universidad, las vueltas en septiembre empezaron a convertirse en el estrés de escoger asignaturas y que me cuadraran a la perfección. De repente tenía un montón de prácticas que se solapaban y tenía que irme cambiando de grupo (si es que quedaban grupos libres, claro), rogándo a los compañeros que me cambiaran sus prácticas por las mías y llorándole a los profesores para que me dejaran meterme en los grupos que mejor me venían. Otra vez la guerra de los apuntes, de los parciales, los trabajos, los e-mails, los plazos y las exposiciones. Y por supuesto nada nuevo, salvo la tinta de la impresora que me va a hacer falta para imprimir los cientos de folios de apuntes que tendré que estudiar.

Este año, sin embargo, tiene varios matices añadidos que lo hacen aún más estresante que los anteriores. Este año estoy en 5º, el supuesto último curso de la carrera de Veterinaria. Y digo "supuesto" porque para mí, y para muchos otros, no lo será. A mi me espera un 6º año que, si todo sale bien, cursaré en Portugal. Así que este año tengo que pensarme muy bien las asignaturas que cojo y las que dejo, por lo que entre eso y que, aunque ya han salido las actas, aún no me han dado la nota del último examen, me da miedo confirmar mi matrícula y pagarla. Por otro lado está la guerra de las optativas, y es que si la matrícula se abre el 1 de septiembre a las 00:00, el 1 de septiembre a las 00:05 ya no hay plazas para las optativas más interesantes. Y como tardé más de 5 minutos en darle a los botones de "siguiente" y "generar asignaturas de las que me pueda matricular" pues estoy en 3 optativas enormes y con las que no estoy del todo conforme.



Además estar en 5º conlleva consigo una serie de responsabilidades, como son organizar el viaje de fin de curso y la orla. Odio organizar cosas para tanta gente. Es complicado que todos nos pongamos de acuerdo sin tirarnos de los pelos. Este año toca conseguir fotógrafo, local para orlarnos, elegir padrinos, hacer vídeos, conseguir contactos, organizar fiestas, decidir a donde nos vamos a ir de viaje... Y no se por qué me da la impresión de que somos la promoción maldita. Todo lo que en algún momento fue fácil, deja de serlo cuando nos toca a nosotros.

Y por si todo lo anterior me estresara poco, tengo que añadir el miedo a que me coja el maldito Plan Bolonia, porque si esto ocurre no podré licenciarme hasta dentro de 5 años. ¡5 malditos años de mi vida!

¡Estoy cansada de que me den empujones! ¡Estoy cansada de que me den migrañas cuando me estreso! ¡Estoy cansada de tener miedo de no jugar bien mis cartas!

Y sin embargo, a pesar de todas mis quejas anteriores, sé que soy una chica afortunada ;)