Paseando a Moka

Normalmente paseo por la playa sabiendo que hay agua a dos pasos de mi, que hay vida entre las olas. Hay vida entre las olas y entre la mierda que la gente arroja o bien por accidente o bien por pura ignorancia (por llamarlo de alguna forma). Pues justamente esta noche he ido a comprar un poco de veneno y he decidido que hoy merecía morir un poco junto al mar. Hacía fresco, estaba genial. El viento me alborotaba el cabello de una manera muy relajante y a cada paso que daba iba liberando tensiones. Y a cada paso que daba iba cometiendo estupideces. Estupideces de esas que me permito hacer pocas veces. De esas que en realidad no debería permitirme nunca porque, al fin y al cabo, no soy estúpida ¿verdad?. Pero es que hoy he ido a ver el mar y lo he visto de color negro.

Y al ver tanta negrura me planteé que sería un buen momento para llorar porque sí pero, para no variar, no he podido o no me lo he permitido. Así que me defraudé a mi misma mientras me envenenaba calada a calada. Solo un tabaco de mierda, mi perra imaginaria y la ausencia de alcohol amenizaban la velada.





Dejaré de soñar solo esta noche. Dejaré de soñar para adornar mi jaula. Por suerte mañana saldrá el sol, como cada día, a similar hora :)