Soñé que soñaba. Y en mi subsueño ahí estabas, risueñas carreras, loca mirada. Desperté sin ti a los pies de mi cama. Te busqué y te busqué, sentí que me moría y no te encontraba. Entonces volví a despertar y ahí estabas. Estupefacta, asombrada, justo como te recordaba. Con un cuicuí en los oídos y una foto húmeda bajo la almohada.


No hay comentarios:
Publicar un comentario