Acerca de las imágenes...

Por falta de originalidad, tiempo, etc tomo prestadas algunas de las fotos de mi blog. Para acceder a la página del autor de las mismas solo hay que hacer click sobre ellas.

domingo, 17 de enero de 2010

Inconexa

Quiero ser pura. Quiero ser puta.
Apenas se diferencian en una letra cada una. Dos letras separadas a su vez solamente por una en el abecedario.





La cara brillante de la luna se arruga. Aquí algo huele mal. Huele a tristeza, rabia, hormonas y coraje sin controlar. La cara brillante no brilla porque aún queda porquería cósmica en el cielo. Permanece desde que pasó aquella estrella maldita en Navidad.





Me duele pensar en los verbos. En los míos, en los tuyos. No quiero pensar en el pensamiento. Me resulta pesado, me marea, me da náuseas. Fingiendo que me hago caso, disimulo. Cuando me doy cuenta ya ando con el traje de cuero puesto.

Disciplina, clase, talla, metralla.

¿Sabes? Estoy agarrada a este látigo como si me fuera la vida en ello. No puedo soltarlo. No sé si querría hacerlo. Lo observo y me deleito. Soy experta en su uso. En su auto-manejo. Alguien debería darme un premio.





A la luna le llora un ojo. ¿Qué le pasará a la luna? Está cansada, dice, de no puedan brillar a su lado las estrellas que están más cerca. "Si hablo, ellas callan y si me marcho se manifiestan. ¿Cómo es posible que se me antojen tan lejanas estando a mi vera?".

¡Ay Luna! ¡Luna, lunera! Que si el cielo está opaco, que si nadie brilla a tu lado... Hoy no hay quien te aguante, así que mejor vete a la cama. Ya hablaremos mañana.

viernes, 15 de enero de 2010

La necesaria casa de los horrores


Hay tanta sensibilidad e insensibilidad en mí que sonrío y lloro mientras me reafirmo en mi camino. Al final la pequeña casa de los horrores dejó un buen recuerdo en mi memoria, sin embargo aún me duran las pesadillas.

Desconexión, conexión brutal. Abrir los ojos de par en par. ¿Qué es lo que ves? ¿Está bien?

Bienestar animal, ¡que término tan bonito! ¿Cuánto queda? ¿Cuánto hemos andado?
Pensamientos agridulces. Sentimientos encontrados.


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Por otro lado...

Millones de euros del dinero público gastados en un potro de tortura para realizar sacrificios rituales... No quiero mi dinero ahí. ¡Por mí, Alá y La Meca se pueden ir al carajo!



viernes, 8 de enero de 2010

Mañana, hoy, será... a destiempo.

A veces pienso y llego a conclusiones distintas a las que estoy acostumbrada. A veces estoy cansada de pisar los caminos que recorren los pies ajenos. Los pétalos de las flores ya pisoteadas que, normalmente, me producen una mezcla entre compasión, empatía y entendimiento, hoy no dejan de producirme desasosiego. Me pregunto si todo este torbellino tiene sentido o si acaso he roto, perdido o descolorido mis pupilas al mirar alrededor. Normalmente me pondría una gota de fresa en la punta de la nariz y sonreiría. "Todo está bien". Normalmente imaginaría que mis pies son igual o más torpes que aquellos que cruzaron la senda antes que yo. Esos desperfectos podrían haber sido míos. Más míos que nadie. Probablemente yo lo habría hecho peor. Normalmente pensaría en mariposas mientras me "arrepollino" en el sillón.

Hoy, ni siquiera soy capaz de discernir entre un tropiezo y un empujón. Tengo el objetivo desenfocado, iracundo, empañado. Siento tus dedos en mi motor, tan profundos. Siento como se mueven, impertinentes. Los observo con incredulidad. No, esto no está ocurriendo. Podrían ser mis propios extremos en un cuerpo ajeno. ¿Podrían ser?.

Nubes negras revolotean caprichosas sobre mi corona. Hoy no me siento yo. Hoy no dejo de fruncir el ceño, preguntándome una y otra vez mis motivos. Será el sol que me molesta. Será la brisa que me despeina. Será... será... Será que soy tan inoportuna, tan imperfecta.

Vuelvo la vista atrás buscando bucles en mis líneas. Vuelvo la vista atrás y no dejo de ver más que una vida plana con pocos jarros de agua fría, escasas subidas de tono y un camino que se pierde entre la niebla. Será por falta de vitaminas, será, por lo que mi memoria no recuerda.





Mañana, hoy, será otro día. Mañana, hoy, volverán mi luna, mi sol y mis estrellas.


martes, 5 de enero de 2010

Three Wise Men

Niños nerviosos. Padres más nerviosos aún. Esta es la noche mágica que muchos esperan y otros tantos odian. El final de la Navidad.

Notaba a Moo algo inquieta hoy, más de lo habitual. No paraba de dar vueltas de un lado a otro de la cama, pensativa, dedicando constantes miradas a algún punto en la pared.

- Ese agujero, María... ¿cuánto tiempo lleva ahí ese agujero?

Lo recordaba perfectamente, aquel agujero había sido producto de mi torpeza habitual, después de tener una cita con mi amigo Martini seguidas de un encontronazo con Don Hipo al salir del taxi de vuelta a casa.

- Pues no sé exactamente, Moo, - mentí - la verdad es que nunca me había fijado. ¿Por qué te perturba?
- Llevo un tiempo sintiéndome rara, como si alguien me estuviera vigilando. Esta noche vienen los Tres Reyes Magos y, la verdad, es que he pensando que tal vez no he sido demasiado buena este año. No lo sé. Yo creía que sí, pero ahora me entra como una duda. He reflexionado sobre todas esas cosas que hice y no hice, en todo lo que he dicho y en lo que debería haber dicho. La verdad es que he puesto triste a algunas personas este año, yo creo que ellas no lo recuerdan, pero ahora yo sí lo hago y, siendo sincera contigo, me ha entrado un poco de miedo, María.
- No te preocupes Moo, has sido buena. De la misma manera que la lluvia en verano es buena para las plantas pero no para la gente que está en la playa. Tú tómate este vaso de leche calentito y duérmete, que si no los camellos se asustarán de verte despierta y pasarán de largo. Ya verás que bien nos lo vamos a pasar mañana.





Tu duérmete Moo, que de la ilusión me encargo yo.